sábado, 18 de febrero de 2012

El huerto en primavera

La mayoría de huertos en abril están bien activos o empiezan a despertar del letargo invernal y, a pesar de alguna helada tardía, los días de buen tiempo primaveral nos animarán a sembrar o trasplantar en los bancales que preparamos durante el invierno y, tal vez, nos animaremos a realizar nuevos bancales. De hecho, si somos principiantes en el apasionante mundo de la horticultura, es la época idónea para empezar el huerto, realizando los primeros bancales de prueba y comenzando con siembras y trasplantes de las plantas más populares, como lechugas, zanahorias, tomates o calabacines.Al tratarse de una estación muy cambiante, vigilaremos a menudo los semilleros protegidos y los invernaderos. Los días muy calurosos tendremos que abrirlos y ventilarlos bien, y los días fríos, por las noches, será conveniente cerrarlos e incluso cubrirlos con alguna protección especial (manta vieja, estera o lámina térmica), que debemos destapar por la mañana, en cuanto salga el sol.En la mayoría de las regiones, en la primavera podemos realizar siembras directas de lechugas, zanahorias, coles, acelgas, remolachas rojas, nabos, rabanitos o espinacas. En las zonas templadas y cálidas, nos atreveremos con las judías de mata baja o los calabacines y, a partir de finales de abril, sembraremos melones y sandías en semilleros protegidos o colocando la protección de una garrafa de plástico.

Mediante la observación de la floración del espino albar, calculamos que ya no habrá más heladas y podemos ir trasplantando a plena tierra las plantas de tomate, berenjena, pimiento, calabacín y calabaza. Los melones y las sandías quizás convenga mejor trasplantarlos a finales de abril o mayo.
Atentos al sol Si la primavera se presenta soleada y calurosa, habrá que tener muy presentes los acolchados, y quizás convenga empezar a cubrir con paja aquellos bancales que dejamos cubiertos sólo con compost en invierno, para que recibieran algo de radiación solar adicional. Además, con el incremento de las temperaturas, se incrementa la nacencia de las semillas de hierbas presentes en la tierra de cultivo. Por ello, es interesante la oscuridad que ofrece la sombra de la paja u otros restos orgánicos que componen el acolchado, que impedirá la germinación de las mismas y nos ahorrará trabajos posteriores de desherbado. Naturalmente, excluiremos del acolchado los bancales que destinemos a la siembra directa de zanahorias, judías, remolacha roja, rábanos, etc., aunque siempre cabe acolcharlos con un dedo de mantillo o con compost muy descompuesto, el cual, además de mantener la humedad necesaria para la germinación, hará de absorbente y acumulador de la radiación solar, protegerá ligeramente la tierra del frío nocturno e inhibirá el desarrollo de las hierbas adventicias.Estaremos atentos a las posibles invasiones de pulgón en los brotes más tiernos de numerosas hortalizas, y a las larvas que devoran las coles o el escarabajo en las patatas, que nos forzarán a tomar medidas de precaución y control.
Cuando las tomateras y las matas de judía de enrame alcancen los 10 a 15cm, les colocaremos las cañas o las estructuras de entutorado. Es mejor anticiparse que esperar demasiado y encontrarse con matas de tomate rotas o dañadas por el viento, o los zarcillos de las judías liados entre sí.
LAS TAREAS DE ABRIL En la mayoría de huertos, es un mes de trasplantes generalizados, pues nos hallamos casi al límite de toda posibilidad de heladas.
A los cultivos sensibles, como los tomates o calabacines, el frío tardío puede hacerles mucho daño, por lo que estaremos vigilantes y los protegeremos con láminas térmicas o garrafas de plástico. Aprovecharemos la abundancia de ortigas para preparar el purín con el que estimularemos el buen desarrollo de las plantas de hoja (lechugas, acelgas…) y reforzaremos las defensas del resto.
Siembras, trasplantes y cosechasCosechas: alcachofas, coles, escarolas, espinacas, fresas, guisantes, habas, lechugas, nabos, puerros, rabanitos, remolachas, zanahorias.Siembras:En semillero protegido- calabacines, melones, pepinos, tomates.En semillero descubierto- acelgas, apios, coles en general, lechugas.En plaza: calabacines (protegidos), cardos, chirivías, espinacas, escarolas, judías de enrame, maíz, nabos, patatas, rábanos, remolachas, zanahorias.TrasplantesAl aire libre: cebollas, coles, lechugas, tomates.
Con protección: pimientos, berenjenas, calabacines, melones.
Calabacines Quizás sean las plantas más fáciles de cultivar y más productivas del huerto. Con 3 o 4 matas nos sobran calabacines para toda la familia e incluso para regalar. Podemos cultivar variedades diversas de calabacines: largos, cortos, redondos, verdes, blancos, amarillos…Para su cultivo, podemos recurrir a semilleros protegidos en macetas para su posterior trasplante o sembrar las semillas de calabacín directamente en la tierra, haciendo previamente un hoyo y depositando un par de paladas de compost descompuesto.Tras el trasplante, esparciremos sobre la tierra de 3 a 5kg de compost por mata (no hace falta que esté bien descompuesto), y cubriremos con un buen acolchado de paja. En esta primera fase, vigilaremos los ataques de babosas, colocando cerca platos con cerveza o gránulos de fosfato de hierro.

Si hemos abonado con buenas dosis de compost y mantenemos la cobertura permanente de paja, al mes o mes y medio empezaremos a cosechar calabacines y no pararemos durante los 3 a 5 meses siguientes. Las únicas precauciones serán el regar con regularidad (los calabacines son casi todo agua), cosechar los calabacines tiernos, no dejando que engorden (porque cuando empiezan a formar semillas, se debilita la planta y bloquea la producción) y cortar todas las hojas viejas que presenten manchas de oídios.

1 comentario:

  1. Bueno el tema de los huertos lo desconozco bastante pero nunca esta demas aprender sobre ello porque se ve interesante...

    ResponderEliminar