domingo, 27 de noviembre de 2011

Abonos verdes


Una de las técnicas de cultivo ecológico que puede permitirnos mantener altos niveles de fertilidad en nuestro huerto y reducir las necesidades de incorporación de composta consiste en realizar regularmente siembras de abono verde. Las plantas forrajeras, gramíneas e incluso la flora espontánea, cultivadas como abono verde, mantienen o incrementan la actividad biológica de la tierra, desintoxicándola y aportándole nuevos nutrientes. En algunos casos resultara también muy interesante el aporte nitrogenado de las leguminosas.
Hay que tener presente que para el abono verde cumpla tal función, hay que segarlo en el momento de la floración, e incorporarlo a la tierra (en las zonas calidas) o dejarlo triturado como acolchado (en las zonas frías o húmedas), hasta su deshidratación y posterior incorporación a la tierra. Esto se comprende si sabemos que la mayor parte de las plantas, especialmente las leguminosas, apenas extraen nutrientes de la tierra en las primeras fases de su desarrollo, ”alimentándose” de la energía solar-fotosíntesis- y de los compuestos presentes en el aire y el agua. Es en la fase de fructificación-tras la floración- cuando “chupan” el máximo de elementos de la tierra, para formar las semillas, que deberán almacenar gran cantidad de nutrientes y minerales a fin de asegurarse una larga pervivencia.

Por ello, si tenemos la precaución de cortar el ciclo vegetativo de las plantas elegidas como abono verde, cortándolas en la fase de floración, estaremos alimentado a al tierra con los abonos naturales absorbidos por las plantas del aire y del agua; plantas cargadas con energía del sol, de ahí el calificativo de abono verde.
En los manuales y libros de agricultura ecológica, podemos hallar información sobre una gran variedad plantas y combinaciones de plantas para su uso como abonos verdes. Aunque la experiencia nos muestras que en un huerto de reducidas dimensiones-basado en pequeñas parcelas o bancales de cultivo-el abono verde mas fácil de cultivar y que ofrece los mejores resultados es una combinación de habas forrajeras y de vezas. Las habas forrajeras pueden alcanzar el 1,50n o los 2m de altura. Las vezas, -que normalmente se desarrollan mas a ras de tierra-, se encaraman en las matas de habas forrajeras y juntas hacen una exuberante masa verde, que alcanza su punto de desarrollo máximo justo antes de la floración. La combinación habas forrajeras y vezas es una de las mas equilibradas y enriquecedoras de la tierra, ya que aporta una gran cantidad de nitrógeno-las dos son leguminosas- y los tallos de las habas son muy ricos en celulosa y carbono-humus estable a largo plazo-. De todos modos, algunas experiencias en centros de investigación agrícola han constatado que el abono verde que mayor proporción de restos orgánicos y carbono aporta la tierra, es el abono verde que se consigue recurriendo a la flora espontánea en esa tierra.
El abono verde suele estar listo para su incorporación en la tierra cuando las principales plantas que lo componen inician su floración, a finales del invierno o a principio de primavera, con lo que la masa vegetal obtenida tras la siega o el triturado dispondrá de tiempo para iniciar su transformación, fermentado o descomposición, que la conviertan en nutrientes activos para la vida microbiana de la tierra y en fuente de grandes dosis de humus, asimilable por las plantas que ocuparan esos espacios, en primavera y verano.
Dada la importancia del abono verde como propiciador e incrementador de los niveles de fertilidad, es conveniente que toda parcela del huerto reciba, una vez cada 2 o 3 años, un abono verde; esta será la mejor garantía de mantenimiento de la salud, de la vitalidad y de la fertilidad de la tierra.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Huertos ecológicos en Onda 6 TV

La importancia de un buen laboreo


DIFERENCIAS EN EL LABOREO SEGÚN LOS TIPOS DE TIERRA

La tierra no se trabaja igual cuando es arcillosa y pesada que cuando es arenosa, pedregosa o ligera. Las tierras pesadas suelen compactarse y apelmazarse con facilidad cuando son pisadas o trabajadas tras la lluvia o el riego y se vuelven duras como la piedra cuando se secan Por ello es importante buscar el buen momento para trabajarlas “con tempero”, cuando no están ni demasiado secas, ni demasiado húmedas. Como ya hemos comentado, aporta gran cantidad de arena, perlita o vermiculita las aireara y esponjará.

Las tierras arenosas y cálidas, suelen ser más fáciles de trabajar. El problema es que retiene mal la humedad y en ellas se escurre fácilmente el agua arrastran o lixivian los nutrientes. Para corregirlo es bueno realizar acolchado y añadir abundante materia orgánica para que haga esponja y retenga mejor el agua y los nutrientes.


 ¿ EN  QUE PUEDE AYUDARNOS EL LABOREO?

Mediante las diferentes técnicas de laboreo podemos alcanzar varios objetivos:

  • Mejorar la estructura para que la tierra retenga durante mas tiempo la humedad al romper la capilaridad de las capas superficiales, lo cual también favorece el drenaje en tierras.
  • Preparar la tierra para la siembra o el trasplante, desempedrar, nivelar…..
  • Incorporar a la tierra materia orgánica, composta, enmiendas o abonos verdes.
  • Controlar las hierbas adventicias con labores de bina, escarda o roturado.
  • Airear la tierra y así favores las condiciones que permiten el control de patógenos
  • Distribuir los espacios de cultivo, hacer surcos, bancales, eras, líneas, hoyos, etc.
  • Incorporar a la tierra los restos de cultivos una ver terminado su ciclo productivo.
  • Cosechar tubérculos y raíces.
  • Aporcar, recalzar o desaporcar algunas plantas, como patatas, caros o puerros.


 PRINCIPIOS BASICOS DEL LABOREO

  • El laboreo no debe alterar los perfiles de la tierra ni alterar bruscamente su condición; para ello se intentara ir profundizando en labores sucesivas, evitando su volteo y la mezcla de horizontes.
  • No remover la tierra o labrar por rutina, hacerlo solo cuando sea necesario. Trabajar más de lo necesario supone un esfuerzo y un gasto energético evitable.
  • Trabajar la tierra en el momento adecuado, según lo que deseemos conseguir
  • Procurar no incorporar en profundidad la materia orgánica fresca- restos de cosechas, abonos verdes, composta, estiércoles, etc.-.
  • Estimular el laboreo natural, el que efectúan las raíces y los organismos vivos de la tierra. Esto se consigue con abonos verdes, con aportes de materia orgánica y rotaciones de plantas con sistemas radicualres que llegan a diferente profundidad.
  • No trabajar nunca la tierra cuando esta demasiado seca o demasiado húmeda. Buscar o provocar con el riego el punto de tempero o sazón.
  • Evitar la compactación de la tierra a causa de la maquinaria pesada o de labores sucesivas. Recurrir a subsolado si se llega a una excesiva compactación, algo que no debería suceder.
  • Que todas y cada una de las labores que hagamos tengan como objetivo final la mejora de las condiciones de ese suelo, creando y manteniendo su fertilidad y consiguiendo las condiciones optimas para el buen desarrollo de las plantas cultivadas.

sábado, 19 de noviembre de 2011

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El riego en tu huerto ecológico


Frecuencia regular: La frecuencia del riego debe ser regular y estará en función de la especie cultivada, del estado vegetativo de la planta y de la estación del año, influyendo la temperatura ambiente; el frío, el calor, si el sol incide plenamente o es indirecto……

Frecuencia variable: Las plantas cultivadas por sus hojas como la lechuga o las acelgas, requieren riegos mas regulares; con las que cultivamos por sus frutos ha de limitarse el riego en el momento de las primeras floraciones, regar con regularidad una vez cuajados los frutos y regar copiosamente después de cada recolección. Las plantas que deseamos conservar durante largos periodos después de la cosecha, como ajos, cebollas o tomates de colgar, se regaran de forma regular, pero recibirán riegos escasos, o nulos, en sus últimas fases de desarrollo.

Riegos escasos: Hay plantas como los ajos, las cebollas o las plantas medicinales que requieren riegos escasos, y les bastara con aproximadamente ½ litro de agua por cada 10 litros de tierra (o sustrato de las plantas en macetas).

Riegos moderados: La mayoría de hortalizas, en condiciones climáticas normales, requieren riegos moderados de aproximadamente 1 litro de agua por planta, o por cada 10 litros de tierra o sustrato-plantas en macetas-.

Riegos copiosos: Tanto en pleno verano, como para el cultivo de las plantas mas exigentes en riegos como las alcachoferas, las escarolas, las coles o coliflores- y las plantas de hojas anchas y acuosas, como lechugas o acelgas-, es probable que tengamos que regar regularmente con riegos copiosos de aproximadamente 2 litros por planta.

Riegos en función de la estación: En verano regaremos preferentemente al atardecer y en otoño por la mañana

Regar sin mojar la planta: no mojar las hojas al regar; en verano se pueden quemar y en invierno y otoño propician el desarrollo de hongos.

Riego en macetas: las plantas cultivadas en macetas y en mesas de cultivo, necesitan riegos más frecuentes ya que sufren mayor evaporación.

Mejor sed que ahogar: Es mejor que las plantas cultivadas padezcan sed de tanto en tanto, a que sufran un encharcamiento de agua constante.


jueves, 17 de noviembre de 2011

Formas de cultivo ecológico "Parades en crestall"


Los objetivos prioritarios de toda práctica agrícola pueden definirse con tres premisas muy básicas: sencillez, mínimo esfuerzo y máximos resultados.
Estas tres premisas se cumplen a la perfección en el método de “Parades en crestall” elaborado hace mas de 25 años por el conocido horticultor mallorquín Gaspar Caballero.

Toda la laboriosa preparación de la tierra para realizar los bancales con el método de cava profunda, es quizás lo que más ha obstaculizado la popularización del método de cultivo de bancales. Aunque, como hemos visto, nuestra propuesta de variante consistente en una sola cava generalizada de toda la superficie del huertos y la elaboración de los bancales limitándonos a añadir la tierra de los pasillos, simplifica mucho las cosas y permite obtener excelente resultados con un mínimo esfuerzo inicial. En este punto, Gaspar aun lo simplifica más y se abstiene de “elevar” los bancales. Con el método  de “Paredes en crestall”, la cava con el motocultor se restringe al espacio útil de los bancales, que se trabajan a nivel de suelo, con lo que, por un lado, se reduce considerablemente el esfuerzo inicial y, al mismo tiempo, se consigue reducir netamente el riego, al evitar la mayor evaporación que se produce en los tradicionales bancales elevados por su contacto con el aire en los laterales.

En Mallorca, se denomina “parada” al rectángulo de tierra donde se cultiva, lo que en algunas regiones se llama “tabla” de cultivo, y “crestall” se llama a la parte alta de los surcos, equivalente al “manto” que queda cubierto de compost según el método de Gaspar.

Este “crestall” o manto de unos 2cm de compost orgánico que se deposita sobre la parada no hay que mezclarlo con la tierra. El método se inspira ( como veremos en el capitulo 4 al hablar del abonado) en la fertilización que se produce en plena Naturaleza, donde la hojarasca de hojas caídas sobre la tierra, se encarga de ir nutriendo el bosque, pues se van descomponiendo en la superficie y poco a poco van disolviéndose y distribuyendo las substancias humicas, las cuales acaba llegando a las raíces de las plantas. Además, este manto orgánico sirve para mantener la humedad de la tierra y de los cultivos, y propicia la creación de una rica vida edáfica del subsuelo, con abundancia de lombrices de tierra y microorganismos que son los encargados de facilitar la materia orgánica se transforme en humus asimilable.

Paralelamente al desarrollo de su método, Gaspar Caballero ha realizado y experimentado con éxito unas cuantas aportaciones interesantes, entre ellas destaca el llamado “fem de basa” o compost. “Fem” es el nombre que recibe en catalán el estiércol y fem de bassa es una variante de compostaje a partir de métodos tradicionales mallorquines, consistente en compostar excrementos de la granja esencialmente de gallina y cabra-, con restos vegetales y paja, de forma que se obtiene un material rico en materia orgánica y equilibrado en las proporciones de humus activo y humus estable. Lógicamente, la formulación de dicho compost puede variar de una zona a otra, pero la característica clave es que sea un compost de calidad, con una granulometría adecuada ( ni muy fina ni muy gruesa) para que no obstaculice el paso ni del agua ni del aire y que contenga restos de excrementos animales. Ya que tal como plantea el propio Gaspar Caballero, un huerto ecológico sin animales domésticos, es como una vivienda sin cimientos y tarde o temprano dará problemas.

Una de las grandes aportaciones que ha supuestos el método de Gaspar Caballero es el uso de composta en superficie sin mezclarlo con la tierra. El hecho de no seguir el convencional sistema de mezclar el compost con la tierra del cultivo, como ya abogara Jean Pain en método adaptado del compost de los Templarios, reproduce mejor los procesos que se dan en plena Naturaleza. Entre las ventajas de no mezclar el compost y reducir las perdidas por lixiviación, evita la podredumbre de las raíces y lógicamente, evita un trabajo importante en el horticultor.

Otra variante son las dimensiones. En vez de los 1,2m de ancho de los bancales elevados o profundos más clásicos, Gaspar pasa a los bancales de 1,50m, porque la suma de las medidas 60+30+60, nos da unas “paredes” de  1,5 metros de ancho. La longitud de las “paredes” puede ser muy variable aunque recomienda sea un múltiplo de 3, por ejemplo 9, 12, 15, 18,21, m etc. (la mas habitual es de 3 o de 6m para los huertos familiares) pero manteniendo siempre la anchura de 1,5 metros.

Estas medidas nos facilitaran luego el cálculo de las cantidades de semillas o del número de plantas que necesitaremos en cada “parada”.

En el método de “Paredes en crestall”, es muy importante no pisar ni remover nunca el espacio de tierra o “parada” y mantener su manto orgánico o crestall. Es por ello que el diseño de la “parada” se ha realizado calculándolo con unas medidas que resulten idóneas, y con los elementos necesarios.

Cada “parada” se organiza en dos “crestalls” de 60cm de ancho, separados por un corredor central de 30cm en que se colocan unos ladrillos planos cada 60cm y plantas medicinales y aromáticas que crecerán cercanas a las hortalizas pero sin alterar la dinámica del cultivo. Este pasillo y esos ladrillos nos sirven para trabajar sin pisa las “parada”. La presencia de plantas medicinales, aromáticas y ornamentales-flores-, incrementa los niveles de biodiversidad y contribuye a mantener la “parada” libre de la mayor parte de parásitos y plagas.

La precisión que se exige en el método de Gaspar en cuanto a las medidas del bancal de trabajo es fruto de una organización global de los trabajos hortícolas y de la propia conservación de la tierra fértil. En la practica, cada “parada” se organiza como si fuera una mesa de escritorio en la que colocaremos de la forma mas ordenada y ergonómica posible, desde el sistema de riego, hasta los ladrillos de cerámicos que identifican a las “Parades en crestall “desde lejos.

Como sistema de riego, Gaspar propone la instalación de mangueras de tubo exudante que se distribuyen en forma de U a lo largo de cada “crestall” de 60 cm y se colocan encima del compost sin más. Por ello se calcula que la unión de la U sea de unos 30 cm para que queda centrado en la anchura de la crestall. Lógicamente, el tuvo de exudación precisa de una cierta presión en la red de riego, si no es así también sirven los tubos de riego gota a toa de 16mm con goteros cada 25 cm.

Otra característica de las “Parades en crestall”, es que deben agruparse en múltiplo de cuatro. Cuatro, ocho, doce paradas etc., porque el método de Gaspar se complementa con una elaborada rotación de cultivos divididos en familias de plantas y repartidas en bloque de cuatro que van rotando años tras año. Eso debe ser así porque uno de los elementos clavo del método es el ciclo de rotación de 4 años en los cultivos de hortalizas según sean de una u otra familia botánica.

En cada uno de los cuatro bancales se unifican unas familias concretas de plantas. Gaspar otorga mucha importancia en su método a la regla de las cuatro familias; las solanáceas (tomates, pimientos, berenjenas, etc.) van siempre solas ocupando toda la parada. Las umbelíferas (zanahorias, apio, apio-rabano, etc) pueden cultivarse con liliáceas (cebollas, puerros, ajos). Las leguminosas (guisantes, habas, etc.) con crucíferas (coles, rábanos, nabos, etc.) y las compuestas (lechugas, endivias, etc.) con las quenopodiáceas (remolacha, espinacas, acelgas, etc.) y cucurbitáceas (pepinos, calabacines, etc.). Se plantas en cada una de las franjas de las 4 paradas, con plantas de las familias del grupo. En caso de la agrupación de compuestas, quenopodiáceas y cucurbitáceas, podemos alternarlas.

El resultado de este sistema- tras la colocación de las mangueras de riego localizado por exudación- es, como decíamos al principio, la obtención de un método sencillo, fácil de realizar y de muy reducido mantenimiento, dado el poco riego que exige y la ausencia de hierbas adventicias. Esto se debe a que el compost hace de acolchado, y el cultivo muy espeso de las hortalizas dificulta la nacencia de hierbas. Algunos hortelanos están por color un acolchado de paja sobre el compost, ya que así reduce más aun la evapotranspiración, los riegos y la presencia de hierbas. Aunque Gaspar es reacio al uso de la paja es les Paredes en crestall puesto que no le gusta tener que entresacar las matas de trigo o de cereal que germinan en aquellas pajas que fueron mal trilladas y contienen muchos granos.




martes, 15 de noviembre de 2011

Labores de recuperación de la tierra


Algunos pasos a seguir para recuperar y devolver la fertilidad a toda tierra  que queramos convertir en huerto.

1.     Evaluar la profundidad del suelo. Asegurarse de que tenemos un mínimo de unos 30 cm de tierra fértil o tierra humidificada ( que ha albergado plantas y cultivos y dispone de abundantes restos de materia orgánica en descomposición), de no ser asi, tendremos que traer mas tierra fértil hasta alcanzar dicha altura. Evitaremos tierras de huertos en donde se abuso de plaguicidas y herbicidas,  o de zonas industriales o de vertederos que puedan estar contaminadas con metales pesados o con dioxinas.

2.     Equilibrar la tierra. Si no es la tierra franca ideal para cultivo conviene equilibrarla. Cuando es arenosa o pedregosa aportaremos tierras arcillosas. Si es una tierra muy pesada, muy arcillosa, aportaremos grandes cantidades de arena o mejor de perlita. Conviene remover y airear la tierra en profundidad antes de iniciar cualquier labor hortícola. Un Subsolador arrastrado por tractor (en parcelas grandes) o una cava profunda con la horca de doble mango resulta imprescindibles.

 3.     Limpiar y despegar: Retiraremos de la tierra todo elemento extraño: plásticos, trozos de metal, raíces grandes, y cualquier piedra cuyo tamaño pueda ser molesto para el laboreo o el desarrollo de las plantas.

4.     Nivelar: Es importante realizar el esfuerzo que sea necesario para repartir uniformemente la tierra y allanar las zonas de realización del huertos y los bancales de cultivo. Si no nivelamos bien la tierra, a la larga tendremos problemas, sobre todo con el riego.

 5.     Mejorar la vida de la tierra: Resulta ideal, antes de empezar a cultivar hortalizas, espaciar de 2 a 4 kilos de composta o estiércol por metro cuadrado y sembrar un abono verde. Con ello aportaremos abundante materia orgánica, propiciamos los procesos bacterianos y bioquímicos del   suelo, y se logra dejarla mullida y esponjosa. 

lunes, 14 de noviembre de 2011

Cursos sobre agricultura ecológica y ecología

El próximo mes de enero comienzan en nuestra finca de Huertos Ecológicos los cursos sobre agricultura ecológica y naturaleza.

Se impartirán los fines de semana y están dirigidos a personas interesadas en el ocio agrícola, la vida sana y todo lo relacionado con la ecología.

Serán cursos teóricos y prácticos, podrán participar en los mismos nuestros asociados y el publico en general. Serán muy diversos, desde la preparación del terreno hasta el control de plagas y enfermedades pasando por la historia de la agricultura ecológica.

También estamos preparando unos cursos de iniciación en nuestras actividades para los escolares de primaria,  se los ofreceremos a todos los colegios de la zona sur de Madrid.

Básicamente los cursos  o talleres emprenderán los siguientes temas:

1. Preparación del terreno (dos o tres cursos por año)
2. Compost. Taller de compostaje 
3. Abonos verdes. 
4. Instalación de riego
5. Semillas y taller de semillero (dos o tres cursos por año) 
6. Plantación (dos o tres cursos por año) 
7. Mantenimiento del huerto 
8. Extractos vegetales; Plantas para curar plantas
9. Control de plagas y enfermedades en un huerto ecológico
10. Taller y cursos para niños 
11. Historia de la Agricultura Ecológica 
12. Taller de conservas y mermeladas
13. Curso de cocina ecológica 
14. Cultivo de plantas aromáticas y medicinales 
15. Huerto ecológico en terraza 
16. Introducción a la agricultura biodinámica; las estrellas y las plantas 
17. Ganadería ecológica 
18. Cultivo de frutales 
19. Cosmética natural 
20. Certificación y situación actual de la agricultura ecológica en España 
21. Reproducción de plantas