jueves, 31 de marzo de 2011

Consumo responsable


Aprendamos a cambiar los hábitos de cada día. 

Hay pequeños cambios que podemos incorporar para comprar de forma más respetuosa con el medio. Quizás pensemos que estos pequeños gestos aportarán poca mejora global, pero tienen más repercusión de lo que nos puede parecer, porque somos muchos los que los hacemos, y muy a menudo.

Una práctica que podemos aplicar en cualquier caso es manifestar a los comerciantes que queremos comprar artículos de bajo impacto ambiental, solicitar de qué están hechos los artículos y qué calidad tienen. Muchas veces no nos ofrecerán opciones o respuestas plausibles: expliquémosles que no estamos satisfechos y porqué. Tenemos el derecho de comprar sin estropear nuestro entorno, para conseguirlo tenemos que reclamar.

A veces, cuando tenemos prisa o pereza decimos que “un día es un día”; intentemos reducir el número de veces que esto pasa.


Si…
  • Utilizo productos de usar y tirar, como pilas no recargables, cámaras de fotos, barbacoas de aluminio o servilletas y manteles de un solo uso, artículos sin recambio, guantes de látex, bolsas para hacer cubitos de hielo, toallitas para limpiar (muebles, microhondas, cuero, vidrio, culitos de niños, etc.).
  • Compro productos que no se podrán reparar o no tienen piezas de repuesto.
  • Tiro un objeto sin intentar arreglarlo.
  • Escojo productos de poca calidad que tienen una vida corta, como generalmente los adquiridos en tiendas no profesionales y en “Todo a 100”: herramientas, utensilios de cocina y jardinería, cuchillos, juguetes, pelotas de plástico...
  • Compro cosas que puedo hacer yo mismo: muchos juegos de mesa (barcos, palabras que empiecen por una inicial, tres en raya, etc.), comida preparada, refrescos...
  • Compro sin saber exactamente para qué quiero lo que estoy comprando.
  • Como en establecimientos de comida rápida, donde el servicio suele ser de usar y tirar.
  • Acepto catálogos, propaganda, papeles que no necesito, “objetos-regalo” como pins, puntos de libro...
  • Me llevo el “regalo-promoción” que viene adosado a lo que yo quiero comprar, sin que vaya a necesitarlo (por ejemplo un perfume con el jabón, unas toallitas con las compresas…).
...pasa que...
  • Consumo más de lo necesario para satisfacer las mismas necesidades o deseos.
Esto es problemático porque...
  • Puedo estar ayudando a que los recursos naturales se exploten a un ritmo mayor que el de regeneración.
  • Contribuyo a generar residuos evitables.
  • Participo en un modelo económico fundamentado en una espiral creciente de producción y consumo. Este modelo es insostenible ecológicamente y nos hace vivir cada vez más estresados.
  • A corto o largo plazo el gasto económico es mayor, por lo tanto necesito más ingresos y por lo tanto dispongo de menos tiempo para mí.
Cómo puedo reducir mi contribución a esta problemática
  • Escoger materiales perdurables y valientes en lugar de frágiles en los objetos y todos sus componentes: cubiertos de madera de boj, bombillas de bajo consumo... Examinar las juntas y los acabados.
  • Preguntarnos si hay recambios y por cuanto tiempo, y si el periodo de garantía es razonable.
  • Escoger productos con recambios: agendas, bolígrafos, cepillos de dientes con cabezal sustituible, maquinillas de afeitar...
  • Priorizar la compra a profesionales, que generalmente ofrecen mejor calidad, dan servicio post-venta, nos pueden aconsejar cuál es la mejor opción para nuestras necesidades y cómo podemos alargar la vida del producto.
  • Utilizar el vaso propio en máquinas de café y fuentes de agua.
  • Cuidar los objetos para que no se estropeen en poco tiempo: impedir que se oxiden, que les toque mucho el sol, no rascarlos demasiado con estropajos. Los enseres para pintar y las pinturas se pueden reutilizar si se conservan correctamente.
  • Podemos arreglar muchos objetos nosotros mismos o llevarlos a profesionales que se dedican a reparar cosas: cuchillos, cremalleras, zapatos, teléfonos, relojes, juguetes, ropa, calcetines...
  • Alquilar o pedir prestados los objetos que utilizaré pocas veces o durante un tiempo corto: la vajilla para una fiesta, un vestido de noche, un coche, herramientas que uso ocasionalmente, libros, guías turísticas, sacos de dormir y tiendas...
  • Buscar el producto en canales de segunda mano o de intercambio.
Si...
  • Me llevo la compra en las bolsas que me dan en la tienda.
  • Pongo la fruta y verdura cada una en una bolsa diferente.
  • Compro artículos que vienen en envoltorios individuales: bocadillos, muchos productos alimenticios, artículos de papelería y ferretería con blisters (envoltorios de plástico y cartulina): lápices, cintas adhesivas, tornillos, etc.
  • Me llevo la comida para llevar en el contenedor que me dan.
...pasa que...
  • Incremento innecesariamente la cantidad de envases y embalajes que utilizo.
Esto es problemático porque...*
  • Contribuyo a generar residuos evitables. La gestión de los residuos es compleja y cara.
  • Actualmente se recuperan menos de los que se podrían recuperar. El vertido y la incineración son perjudiciales para el medio y para nuestra salud.
  • Si los envases son de algún plástico, participo en la dependencia del petróleo y utilizo un material no biodegradable y en muchos casos no reciclable. Si son de aluminio virgen (todo el destinado a alimentación lo es), utilizo un material con un coste de extracción, social y medioambiental, muy elevado.
Cómo puedo reducir mi contribución a esta problemática
  • Ir a comprar con carretilla, capazo... Por costumbre, llevar en el bolso una o más bolsas plegadas, preferiblemente de ropa o material reciclable (como el Mater-Bi).
  • En un autoservicio de verdura y fruta podemos enganchar todas las etiquetas de precios en una sola bolsa y meter todos los productos.
  • Si compro un artículo pequeño me lo puedo poner directamente en el bolso o llevarlo en la mano, sin bolsa de plástico ni papel de envolver.
  • Escoger productos en envases retornables, como algunas cervezas, cava, agua mineral en garrafa de vidrio o agua con gas.
  • Escoger envases lo más grandes posible: yogur, bebidas...
  • Comprar a granel: fruta, verdura, embutidos, olivas, legumbres cocidas y crudas, frutos secos, galletas, pastelitos, vino, bombones y dulces, cereales, material de papelería y ferretería.
  • Llevarme recipientes de casa al ir a comprar a granel o a buscar comida para llevar: fiambreras, hueveras, botellas para el vino…
  • El hecho de que en un envase se indique que es reciclable o biodegradable no quiere decir que se acabe reciclando o que se biodegradie en un tiempo razonablemente corto. No por ver la inscripción tendríamos que dejar de estudiar si no hay alternativas mejores; la mejor es prescindir del envase siempre que podamos.
Si...
  • Compro productos que vienen de lejos.
  • Utilizo el coche para ir a comprar.
...pasa que...
  • Incremento innecesariamente la demanda de transporte.
Esto es problemático porque...*
  • Favorezco la construcción de más infraestructuras: carreteras, rotondas, bucles, puentes, puertos, aeropuertos... que estropean el paisaje y nos quitan espacio natural.
  • Los vehículos hacen ruido, contaminan y aumentan la agresividad.
  • No me deshago de la dependencia del petróleo.
Cómo puedo reducir mi contribución a esta problemática
  • Preguntar al comerciante por la procedencia de los productos y escoger los que vengan de más cerca.
  • Si compro cerca de casa o del trabajo seguramente podré ir a pie.
  • Si me tengo que desplazar lo puedo hacer en transporte público o en bici.

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