viernes, 25 de febrero de 2011

El cultivo del puerro



GENERALIDADES:


El puerro es una planta semejante a la cebolla, pero no produce bulbo y su parte inferior que es comestible, esta formada por un conjunto de hojas envainadas y apretadas. Las hojas de esta planta son muy parecidas a las de ajo, tiene un sabor suave, puede ser consumido crudo, cocido en sopas, se usa como condimento y también deshidratado


VARIEDADES:


Existen variedades de verano, otoño e invierno.
Las variedades de verano son muy sensibles al frío. Las variedades se diferencian en función de su período vegetativo, de su adaptación o preferencia por un clima determinado y por el mayor o menor grosor de la base de la planta.


CLIMA:


Similares a la cebolla, es menos sensible a la longitud del día solar. Requiere tiempo fresco a moderadamente frío durante el período que precede a la formación del bulbo, y temperaturas moderadamente altas durante el desarrollo, cosecha, en que conviene además un ambiente relativamente seco. Los requerimientos de temperatura óptima durante el cultivo son del rango de 15-21ºC.


SUELO:


En general, se puede cultivar en una amplia gama de suelos. El tipo ideal de suelo es de consistencia media, fácil de trabajar y que no ofrezca mucha resistencia al crecimiento en profundidad, a la vez que tenga una adecuada retención de humedad alrededor de las raíces de la planta. Debe ser fértil, con buen contenido de humus de lombriz. Los suelos muy compactos y arenosos faltos de cohesión, han de ser descartados. Este cultivo tolera poca acidez, crece mejor en suelos de reacción neutra o débilmente alcalina. La reacción óptima es un pH 6 a 6.8. Una excesiva acidez puede provocar la muerte de las plántulas, en las adultas da lugar a una coloración parcial de las puntas de las hojas.


NUTRIENTES:


Requiere de un adecuado aporte de nitrógeno, para estimular la vegetación y acelerar el crecimiento de la planta. Una fertilización foliar equilibrada permite obtener un desarrollo normal del cultivo.


SIEMBRA:


Un gramo de semilla contiene aproximadamente 360 semillas (semilla más pequeña que la semilla de cebolla). La germinación en terreno, con adecuadas condiciones, promedia un 75% o más de emergencia.

La siembra puede ser "directa" o "de almácigo y trasplante". En general, se prefiere la siembra directa, atendiendo el hábito de crecimiento y el estado en que se consume el puerro. Las plantas requieren poco espacio sobre las líneas de cultivo y es más fácil lograr mayor densidad en hileras dobles (10 cms. de distancia) y pareadas a 25 cms. sobre una mesa de cultivo de 90 cms. de ancho, es decir, 4 hileras por mesa (un par de hileras dobles). En éste caso, la dosis por hectárea es de 2.5 a 3.0 kgr. de semilla.
En el sistema almácigo y trasplante, los almácigos de primavera darán producto en verano y otoño, los de otoño lo harán a salidas de invierno y en primavera. Se debe considerar una dosis de 6 a 7 gramos por metro cuadrado de almácigo. El trasplante, similar al que se realiza en cebolla, se deben ubicar las plantulas a ambos lados del surco, y a 8-12 cms. sobre éste.

PRÁCTICA DEL BLANQUEO:


Para mejorar la calidad del producto, se aconseja practicar el "blanqueo" mediante una aporca. De considerarse esta opción, esta labor debe prevista con anticipación, dado que debe modificarse el sistema de siembra o el de trasplante, de manera que quede una sola hilera por surco o mesa. En éste caso, se reduce la distancia entre surcos y entre plantas. El sector de la planta que se blanquea debe abarcar una longitud de 15 a 20 cm. y 2.5 a 5 cms. de diámetro.

COSECHA: se cosecha la planta verde "en rama", en estado tierno.

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