miércoles, 30 de septiembre de 2009

HERRAMIENTAS EN EL HUERTO

Herramientas del huerto

Para el huerto al aire libre, la pala es una de las herramientas esenciales para realizar gran parte de los trabajos más pesados. Si el espacio lo permite, una pequeña carretilla es de gran utilidad para transportar plantones, estiércol y tierra de un lado para otro. La azada y el bieldo son otras dos herramientas que suelen acompañar al horticultor. Con la primera se hacen trabajos en la superficie del suelo y también pueden excavarse hoyos, mientras que el segundo se emplea para mullir la tierra y recoger diversas hortalizas, sin dañarlas.

Las más básicas


Azada: útil para cavar, hacer surcos, mover la tierra, arrancar hierbas y allanar el suelo. A la mayoría de la gente, cuando se imagina un agricultor, le viene a la cabeza la imagen de un señor azada en mano.


Rastrillo: es de gran ayuda para recoger las hierbas secas o las hojas que se han caído de los árboles. También es útil para remover el suelo si conviene retirar piedras, para alisar la superficie o mezclar las semillas con la tierra cuando se usa la técnica de la siembra a voleo.

Carretilla: la herramienta por excelencia para transportar las cosechas, el estiércol, el compost, las piedras que hay que retirar… Lo más importante es que su rueda sea ancha para que pueda circular con facilidad por suelos húmedos y sea cómoda de transportar.

Regadera: apropiada para regar huertos pequeños o las plantas o árboles que no requieran un riego específico.

Pala: tiene casi los mismos usos que la azada en zonas húmedas y arcillosas. Para poder hacer bancales profundos.

Tijeras de podar: sirven para podar los rosales, controlar setos o bien cortar las cañas que se hayan podido usar para, por ejemplo, enramar judías.

Horca: útil para desenterrar cultivos, esparcir el estiércol o remover la tierra sin llegar a alcanzar las capas más profundas.


Errores más comunes
  • A veces el aficionado se dota de todo tipo de herramientas y llega un momento en que éstas apenas le dejan sitio para trabajar. En el huerto pequeño hay que seleccionar sólo unos pocos útiles básicos, que son más que suficientes.
  • Si se dejan las herramientas sin limpiar en la parcela, pronto se estropean. Es imprescindible limpiarlas y guardarlas bien todas después de utilizarlas.
  • A menudo, se van dejando las herramientas en el suelo después de usarlas, sin prestar atención al modo de hacerlo. Un rastrillo con las puntas hacia arriba o una azada con el borde hacia arriba pueden provocar un accidente.

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